Acto de egresados 2020.


 Hola queridos alumnos, estuve buscando las palabras adecuadas que reflejen este momento, en el que egresar se trasforma en algo tan extraño y no anhelado. El mejor resumen y expresión de este sentimiento que quería transmitirles, lo encontré en las palabras de  Mariángeles Castro Sánchez y como nobleza obliga, cito fuente y autor..Les dejo un abrazo enorme en mi nombre y en el de toda la comunidad educativa del colegio. 

 

Fuente: Clarin.com. Opinión. Actualizado al 27/10/20

https://www.clarin.com/opinion/egresados-2020-camada-pandemica_0_DmuWXBWue.html

 "Durante años contemplaron a los mayores con mezcla de admiración y sana envidia. Por largos meses planificaron cada detalle, cada hito de esa sucesión de rituales que preceden la finalización de la escuela secundaria, la anhelada graduación y el cierre de una etapa significativa del ciclo vital.

No sin tensiones, generaron consensos sobre cada evento de ese curso inolvidable que operaría de bisagra con el nivel superior y el mundo del trabajo; el mismo que los encontraría juntos en algún destino turístico estudiantil para disfrutar a pleno. El que reuniría buzos, disfraces, estandartes y demás fetiches que pueblan el universo de las camadas que egresan.

Cada trayecto de ese último año, el más esperado, en el que serían mirados y admirados, había sido minuciosamente diseñado y lanzado a andar. Pero el sabor de la experiencia duró poco: el UPD (último primer día) preanunciaba las emociones que sobrevendrían cuando, de la noche a la mañana, todo cambió: pandemia declarada, desconcierto generalizado y desarticulación total de planes y proyectos.

La emergencia sanitaria arrasó y no dejó nada en pie. Desde aquel lejano marzo y hasta hace un par de semanas, cuando se decidió que retornaran pequeños grupos para encarar actividades de cierre de ciclo, una plataforma virtual reemplazó el espacio físico del aula.

¿Cómo impactó en las subjetividades de estos jóvenes la contingencia que desmanteló su soñado momento? ¿Cómo acompañarlos en el duelo por la etapa que concluye de un modo jamás imaginado y en la ansiedad y el temor por la transición hacia lo que vendrá?

Sabemos que la adolescencia no caduca por un suceso externo, sino que comporta un proceso de maduración que se despliega en el tiempo y que abarca múltiples dimensiones. No se da de igual manera en todos, pues procede de una combinatoria de factores constitutivos y ambientales.

Hoy sabemos que nuestro cerebro, concretamente la corteza prefrontal -área relacionada con el ajuste del comportamiento social, el control de los impulsos y la gestión de las emociones- continúa desarrollándose hasta cerca de los veinticinco años.

De ahí que los estudiantes que ingresan a la universidad sigan siendo adolescentes y estén lejos aún de dejar este período atrás. Tanto que, el pasaje a la adultez, antes sinónimo de la extinción del secundario, ha sufrido un corrimiento, prolongándose en casos hasta la finalización de los estudios superiores.

Paulatinamente van incorporando un orden de valores. También dando muestras de madurez emocional, de creciente autocontrol, moderación, capacidad de resolución de problemas y tolerancia al fracaso.

Por su índole traumática, experiencias como la que transitan nuestros egresados 2020 exigen una capacidad resiliente para ser afrontadas y superadas. Y deparan un enorme aprendizaje, instancia siempre vinculada al crecimiento personal.

Porque todas sus certezas se vieron interpeladas en estos meses, sobreponerse a ellas será una conquista personal que irá de la mano de la aceptación de lo inevitable y de la construcción de alternativas de futuro, ponderando posibilidades y limitaciones. Al franquear esta vivencia, habrán sin duda crecido y madurado.

De ahí que los adultos que acompañamos el proceso debemos dejar de hacer foco en lo que les fue arrebatado y visualizar lo que prevalece. El tiempo dirá qué perdieron y qué ganaron estos jóvenes que vieron metamorfoseada su despedida tradicional en un adiós de otro tipo.

Más reflexivo quizás, más calmo y adaptado a una nueva normalidad. Como producto de un escenario desconocido que los hizo detenerse y reinventarse, para llegar -no sin dolor- a mirar la realidad desde otra perspectiva"

Mariángeles Castro Sánchez es Directora de la Licenciatura en Orientación Familiar de la Universidad Austral


Comparto con uds. en primer lugar algunas fotos del acto y por último el discurso emotivo que leyó, ese día Giuliana Pagano de 6to. A. El de 6to B no lo pude localizar aún(si alguno lo tiene lo agregaremos)







































Discurso final 6to.A

Buenas tardes, es un honor para mí compartir con ustedes estas palabras, que encierran un poco todos los años que compartimos y vivimos juntos.

Definitivamente no podemos decir que este fue un año inolvidable, pero si intentamos por un momento viajar en el recuerdo, podríamos transformar esa sensación de vacío que nos queda, trayendo al presente todos aquellos momentos felices, únicos, divertidos e incomparables que si pudimos tener la oportunidad de compartir.

Mientras escribía el discurso me venían a la mente miles de situaciones. A lo largo de estos años ¿Qué no hicimos para aprobar una materia? Bailamos folclore, aun sin tener idea de cómo hacerlo, algunos fueron monaguillos, ¡todo sea por un 10 en religión!, estar en el coro, aunque nuestras voces no sean precisamente las de un coro de ángeles, bailar música de los 70, un show espectacular que los varones jamás olvidaran, actuar, aun sin comprender del todo la obra, repetir cada año las benditas coreos de gimnasia, las cuales debo confesar, muchas veces fueron las mismas, ¡ahh! Y para terminar, ojo que ser monaguillo tampoco es tarea fácil, 6to A contaba con sus dos monaguillos permanentes por excelencia, uno conocía su trabajo mientras que el otro sufrió algunos percances cumpliendo sus funciones, por ejemplo: tropezarse con una campana en pleno momento de rezo, estando todos en silencio.

Creo que nuestro curso es muy particular, mientras que algunos estamos juntos desde hace 15 años, otros se fueron acoplando e integrando al mismo, tuvimos nuestras peleas y a veces fueron muchas, pero también nos divertimos. Algunos somos expertos jugadores de truco, lo cual nos costó varios retos, también y a pesar de nuestras diferencias somos unidos, ya que en los momentos en los cuales ni los padres lograban ponerse de acuerdo, nosotros nos organizábamos, decidíamos, y hasta diría que los organizábamos a ellos.

Claramente no somos iguales, pero en esas diferencias es en donde nos unimos, creo que de eso se trata.

También tengo que reconocer que no somos un curso al cual la suerte lo acompaña, tuvimos un Tandil bajo el agua en el cual solo faltaba el arca, y siempre recordare todo lo que los padres hicieron para que nuestro viaje, a pesar del diluvio, sea inolvidable, ¡y sí que lo fue!... dormimos en camiones, en quinchos, se nos mojó absolutamente todo, nadie se bañó por una semana, del frío que hacia dormíamos amontonados, comíamos atrincherados, pero lo que rescato de toda esta aventura fue a nuestros viejos, ellos se pelearon por nosotros con cuanto dirigente se cruzaba en el camino, éramos los más chicos del campamento y no nos abandonaron en ningún momento, recuerdo algunas mamas pasadas literalmente por agua, con sus pelos lacios y planchado debajo de las capas de lluvia, empapadas, sin casi poder abrir los ojos del agua que caía, pero ellas ahí, firmes, pendientes de todas nuestras necesidades, también recuerdo a los papas, cocinando y haciendo inventos con bolsas de basura para que no pase el agua por la carpa. Cuantos recuerdos...

Y ahora Bariloche en pandemia, con todo esto, queda más que claro que los viajes de egresados no son lo nuestro.

A pesar de todo, y pensándolo bien, creo que en cierto modo si podemos decir que es un año inolvidable, todos llegamos hasta este día y estamos juntos, vivimos muchas cosas lindas a lo largo de los años, que son recuerdos que quedan atesorados en el corazón.

Descubrimos que podemos estar unidos aun en la distancia, y me animo a decir, que muchas veces sentí que los profesores estuvieron más cerca que nunca de nosotros.

Para ellos tengo un párrafo aparte, de corazón les agradecemos todo el acompañamiento que nos brindaron, la buena onda que pusieron para que los zoom no sean simples clases virtuales, sino que además de aprender un contenido, sintiéramos que nuestro vínculo estaba intacto, que no estábamos solos. Siempre nos hicieron notar con sus actitudes e ideas, a veces locas, que ellos estaban ahí, para nosotros, aunque sea a través de una pantalla. Mateamos por zoom, charlamos, chusmeamos, nos reímos y a veces también lloramos, pero estas cosas son las que no se olvidan y las que no tienen precio, a todos y cada uno de ellos un enorme GRACIAS, por transitar este camino codo a codo al lado nuestro.

Para ir terminando, creo en lo personal, que hoy es un día muy especial de emociones encontradas, pero si ponemos en una balanza, ganamos más de lo que perdimos. A veces la vida nos enseña, que a pesar de todas las cosas nunca hay que perder las esperanzas y sobre todo, siempre tenemos que ser agradecidos. Hoy se cierra un ciclo, para darle comienzo a uno nuevo, y si bien los cambios a veces asustan, siempre son para bien, de eso se trata crecer. Estoy segura e imagino una reunión de egresados 2020 dentro de 10 años, una mezcla de abogados, periodistas, psicólogos, ingenieros, contadores y vaya a saber cuántos profesionales más saldrán de este curso, pero sin importar el título que uno tenga, tendríamos tantas cosas para recordar, porque no importa la profesión que tengamos, lo que realmente importa es lo que somos y en lo que nos transformamos.

En conclusión, tenemos que ser positivos y rescatar la enseñanza que todo este camino nos deja, ser optimistas, nunca perder la fe, seguir adelante a pesar de todo, ser honestos y justos, leales a nuestros pensamientos, pensando no solo en nosotros sino también en el prójimo, si no logramos eso, no aprendimos nada.

Hoy cierro este discurso agradeciendo, porque la gratitud es uno de los valores fundamentales de la vida y deseándole todo lo mejor a cada uno de mis compañeros y también a mí, que nuestros sueños se cumplan, que podamos lograr nuestros objetivos, pero que nunca perdamos de vista lo principal, porque no somos un promedio, no somos una bandera, no somos un título, somos mucho más que eso y lo tenemos que demostrar.

Bariloche nos espera y aguante la promo 20.


Recuerden que si tienen otras fotos o algo para agregar ..se lo pueden enviar a Mauro Guanci, o a mi. Los abrazo con el corazón. prof. Wetzler

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